¿Qué le pasa a tu gato? Si tu felino favorito parece tener problemas constantes de tos, dificultad para respirar, sibilancias y otros signos de enfermedad, es posible que sea uno de los muchos gatos que padecen asma. Así es: el asma afecta tanto a los gatos como a las personas, y produce muchos de los mismos síntomas y preocupaciones. El lado positivo es que el asma en los gatos es tan tratable como el de los humanos con la medicación adecuada. También hay muchas cosas que puedes hacer para ayudar a tu gato a evitar sus desencadenantes específicos del asma.
¿Qué causa el asma en los gatos?
Al igual que los pulmones humanos, los pulmones de un gato contienen una red compleja de conductos de aire. El aire entra a través de la tráquea y llega a las vías respiratorias principales de los pulmones, que se estrechan en muchos conductos diminutos llamados bronquiolos, todos ellos fundamentales para mantener la salud respiratoria. Esta red permite que la sangre elimine el dióxido de carbono no deseado y recoja oxígeno fresco de los pulmones. El asma es una inflamación crónica de las vías respiratorias. A medida que las vías respiratorias se inflaman durante un ataque de asma, se estrechan, lo que restringe la cantidad de oxígeno que pueden absorber los pulmones.
El asma felino tiene muchas causas y desencadenantes potenciales, aunque a veces la causa del asma de un gato sigue siendo un misterio. Los desencadenantes comunes incluyen perfumes u otros olores (incluidos los ingredientes de los ambientadores), humo de tabaco, moho, polen estacional y ácaros del polvo. La arena para gatos aglomerada, que generalmente levanta una nube de polvo cada vez que se mueve, también puede desencadenar ataques de asma. Algunas razas de gatos (incluidos los siempre populares gatos siameses) parecen especialmente vulnerables al asma. Su gato incluso podría tener gusanos pulmonares, un parásito conocido por causar asma.[post-acta]
Síntomas y complicaciones
Se le podría perdonar que piense que su gato tiene una infección respiratoria en lugar de asma, ya que el diagnóstico es complicado debido a los muchos síntomas superpuestos. La tos, las sibilancias, los estornudos y la respiración dificultosa pueden indicar cualquier cantidad de problemas de salud. La mucosidad espumosa, las arcadas similares a bolas de pelo (sin la bola de pelo), los ruidos de gorgoteo de la garganta y una posición encorvada son otros signos reveladores. Su gato puede parecer lento, débil y desinteresado en la comida. Esté atento a la piel teñida de azul, una señal de que la sangre de su gato no está recibiendo suficiente oxígeno.
La mayoría de los ataques de asma felino son relativamente leves y pasan rápidamente, incluso si le hacen la vida imposible a tu gatito. Pero a veces, en medio de ataques de tos, estos ataques pueden volverse lo suficientemente graves como para causar problemas respiratorios potencialmente mortales. Los gatos asmáticos también tienen un mayor riesgo de contraer infecciones bacterianas en los pulmones .
Métodos de tratamiento del asma
Si cree que su gato tiene asma, no se asuste: llévelo al veterinario lo antes posible (o inmediatamente, si su gato tiene dificultades para respirar). Los centros veterinarios saben cómo tratar incluso los ataques de asma más agudos con ciertos medicamentos, como broncodilatadores y corticosteroides .
Estos medicamentos reducen la inflamación de las vías respiratorias y abren los conductos para que su gato pueda volver a respirar con normalidad. Si no está seguro de qué es lo que le pasa al sistema respiratorio de su gato, el veterinario puede utilizar un broncoscopio para examinar las vías respiratorias y, al mismo tiempo, realizar otras pruebas para descartar otras enfermedades.
Cómo cuidar a un gato asmático: estrategias preventivas
Una vez que su gato asmático haya regresado a casa después de su visita al médico, haga todo lo posible para ayudar a mantener a raya el asma en la casa. Si el problema son los gusanos pulmonares, asegúrese de que se lo realicen los controles anuales de bienestar. Mientras tanto, elimine de su casa cualquier amenaza transmitida por el aire.
Esto significa no fumar , no usar perfumes ni olores químicos fuertes y pasar la aspiradora con regularidad para eliminar los ácaros del polvo, además de una gestión adecuada de la calidad del aire para minimizar los desencadenantes del asma. Si usa arena para gatos con olor o polvo, pruebe con otra marca que no contenga estos posibles desencadenantes del asma. Pruebe estas estrategias preventivas para ver cómo responde su gato.
Fuentes:
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