Es difícil para cualquiera que no haya experimentado la guerra de primera mano imaginar cómo fue para las almas valientes que lucharon para defender a otros y a sus países.
Nadie debería tener que soportar tantas dificultades.
Sin embargo, es reconfortante saber que durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, los héroes de los Estados Unidos y las naciones aliadas tenían compañeros felinos que los ayudaban en los campos.
De hecho, los registros históricos muestran que, solo durante la Primera Guerra Mundial, los líderes militares ordenaron que se llevaran más de 500.000 gatos a las trincheras. Muchos gatos nacieron en las trincheras y los soldados criaron con gusto a estos valientes gatitos para convertirlos en gatos de guerra.
El 11 de noviembre, cuando todos nos quitamos el sombrero y mostramos nuestro agradecimiento a los héroes de nuestra nación, saludemos a los feroces felinos que estuvieron allí para ofrecer apoyo.
Así es como los gatos dejaron una huella indeleble en las vidas de los héroes de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Cazadores
No es ningún secreto que los gatos son cazadores expertos, por eso los militares solicitaron originalmente ayuda felina.
Los gatos fueron introducidos por primera vez en las trincheras y a bordo de los barcos para proteger los suministros de alimentos de los soldados. Con ratones, ratas y otras alimañas compitiendo por la oportunidad de mordisquear las raciones de comida de las tropas (y dejando atrás sus excrementos portadores de enfermedades), los gatos eran el compañero perfecto en los buques de guerra y en los campamentos de soldados.
Los gatos mantenían a raya las poblaciones de alimañas y, por extensión, mantenían a los soldados alimentados y sanos. Afortunadamente, los batallones de héroes felinos estaban felices de hacer el trabajo a cambio de un suministro infinito de bocadillos chirriantes.
Mascotas
Los gatos se volvieron tan comunes en las trincheras que muchos acorazados y flotas aéreas adoptaron gatos específicos como mascotas.
Gracias a los museos de todo el mundo, tenemos una sólida documentación de muchas mascotas felinas que inspiraron a las tropas en la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Había, por nombrar sólo algunos:
- Ching, un gatito australiano conocido por estrecharle la mano (ejem... la pata) a los marineros a bordo del destructor de la Marina Real Australiana HMAS Swan.
- Tabby, una mascota luchadora de una unidad de soldados canadienses
- Togo, la estoica y regia mascota del acorazado HMS Dreadnought
- Spark Plug, la valiente y audaz mascota de los pilotos de biplanos en la Primera Guerra Mundial
- Blackie, un astuto servidor del HMS Prince of Wales de la Marina Real Británica
Estos héroes felinos y otros eran símbolos de fuerza y resiliencia. Eran criaturas diminutas, aparentemente delicadas, que caminaban entre hombres diez veces más grandes que ellos en situaciones peligrosas.
Las mascotas felinas de la Primera y la Segunda Guerra Mundial ayudaron a los soldados a aferrarse a los valores que más apreciaban y dieron a las tropas un amigo común que los unió a todos cuando muchos de los jóvenes combatientes comenzaron como completos desconocidos.
Héroes
En pocas palabras, los gatos que vivieron durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial fueron héroes. No solo tuvieron el coraje de quedarse en situaciones tan terribles, sino que también brindaron a los soldados un recurso que era tan valioso como raro en aquellos tiempos: apoyo emocional.
Con sus compañeros felinos a su lado, para acurrucarse durante las noches frías y ronronear suavemente cuando todo lo que los hombres querían era un momento de paz, los soldados recibieron el regalo del apoyo emocional de leales amigos felinos.
Además, los gatos proporcionaban entretenimiento a los soldados. Muchos gatos de la Primera y Segunda Guerra Mundial fueron entrenados para realizar trucos, mientras que otros causaban carcajadas simplemente por ser ellos mismos. A menudo se veía a los gatos asomándose por los cañones de las armas o caminando por las paredes de sacos de arena con una actitud puramente felina que deleitaba a los soldados.
Desde la Primera Guerra Mundial hasta hoy, los héroes felinos han estado presentes en cada esquina. Por eso, hoy queremos agradecer a los hombres y mujeres valientes que sirven a nuestro país y a los héroes felinos que los ayudan en los días más difíciles.
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